¿Qué haces cuando se presenta una tormenta en tu vida?
Las tormentas en la vida son inevitables y la forma en que reaccionas a estas es impredecible. Una mala noticia puede aparecer en cualquier momento y robarte la paz y la tranquilidad. La forma en que las enfrentas es decisiva para sobreponerte o terminar frustrado.
Puedes luchar con tus propias fuerzas, pensar que todo estará bien y descubrir de repente que somos incapaces de sobrellevar la carga, quizá tu reacción puede ser llorar, manotear y rendirnos; o bien buscar soluciones humanas, usar tus fuerzas o inteligencia para intentar resolver la crisis. Lo más maravilloso es que en el momento más duro y complicado Jesús se presenta y te ayuda a encontrar respuestas. No significa que quiera verte sufrir y desesperar, sino que es necesario que sientas necesidad de Él para entender y valorar su intervención.
El temor es normal, sentirte débil y vulnerable de vez en cuando también es normal. Este mundo está lleno de maldad, de pecado y de pruebas.
Si estás en medio de la tempestad* Deja que Jesús venga a ti, Él siempre tomará la iniciativa de acercarse a tu vida.
Siempre responde tus oraciones sin importarla condición o las decisiones que hayas tomado antes. Él viene, te sostiene, te consuela y te perdona.
* Trae palabras de ánimo para recobrar las fuerzas y recordar que después de las tormentas llegará la paz.
* Finalmente llega la tranquilidad y es en esa calma en donde puedes ver la mano poderosa de Dios al control.
Las tempestades pueden desvanecerse si dejas que Jesús venga a ti, deja que sus palabras te calmen y te animen y Él detendrá la tempestad porque tiene el poder para hacerlo ¡Confía en Él y Él hará.
¿Te gustaría correr hoy a sus brazos de amor?