En medio de nuestras pérdidas

Malas Decisiones

En medio de nuestras crisis

En medio de nuestra vida de apariencia ¡Olvídate de las apariencias!

En medio de nuestra depresión

Las apariencias a veces engañan y es probable que en algún momento de tu vida hayas sufrido un engaño y experimentado las consecuencias del mismo: frustración, enojo o tristeza, olvidar las apariencias es difícil.
En una ocasión Jesús quizo probar el fruto de una higuera, porque tenía hambre, pero la higuera no tenía frutos, por esta razón Jesús la maldijo y la higuera se secó, porque no podía aceptar ser engañado.
Un engaño que relata la Biblia es el que se suscitó en la vida de Jacob, él engañó a su padre haciéndose pasar por su hermano y robó la primogenitura que no le pertenecía, pero esta era de suma importancia en su tiempo.
Lo más triste es que la madre de ambos hijos se prestó para consumar el engaño. Hay 4 lecciones que puedes aprender de esta historia:
No tomes a la ligera las cosas de Dios, en otras palabras No vendas tus privilegios de hijo de Dios por cosas sin valor como un plato de comida, porque las acciones tienen consecuencias. Todo lo que haces en lo oscuro un día saldrá a la luz.
No solapes los pecados de tus hijos, porque Encubrir el pecado no lo desaparece, solo lo agrava. Es necesario aprender a enfrentar las consecuencias de los errores que se cometen, además si te haces cargo de los errores de tus hijos, ellos no aprenderán nada y vivirán en la sombra de las apariencias.
No tengas hijos favoritos, del mismo modo merecen los mismos tratos y las mismas oportunidades porque la imparcialidad puede provocar que se siembren semillas de discordia y engaño.
Nunca engañes a tus padres, porque se siembra lo que se cosecha. Los hijos deben honrar a sus padres y no tratarlos con engaño o crueldad, porque esta forma de ser será la única forma en que asegures que las bendiciones del cielo te sigan el resto de tu vida.
Preparó un regalo, en otras palabras, Jacob cambió su forma de actuar. Es necesario cambiar, porque no puedes ser el mismo que ayer, debes ser una mejor persona en todos los aspectos.
Mandó a sus siervos por delante, así Jacob trataba de apaciguar a Esaú antes de presentarse cara a cara, no estaba enfrentando con valor la situación, así que los problemas y los errores deben enfrentarse.
Buscó Jacob a Dios de todo corazón y esta fue la acción más coherente. Si buscas a Dios, Él te ayudará a enfrentar cualquier culpa que te atormente.
Nunca tomes lo que no te corresponde por ejemplo una herencia, una posición de liderazgo o la esposa del vecino, porque lo que es tuyo llegará en su tiempo.
En conclusión, si quieres encontrarte con Dios de manera genuina, primero debes buscarlo de todo corazón, porque encontrarte con Dios significa encontrar la fuerza para avanzar, olvidarte de las apariencias, enfrentar con entereza las consecuencias de tus actos y como resultado recibir una nueva bendición.
¡Aléjate de la vida de apariencias! Después de eso podrás vivir una vida coherente delante de los ojos de Dios. Deja que el Espíritu Santo te transforme por encima de todo. ¿quieres correr hoy a los brazos de Jesús y pedirle que te cambie? No tardes más porque Él quiere y puede hacerlo.